La educación es anticuada porque a pesar de que la realidad social, cultural, económica y sanitaria se ha renovado; los sistemas escolares del mundo mantienen la enseñanza del pasado y se aferran a retener la del futuro; ya que aún, persisten las prácticas de formación tradicionales y no se consensan los estándares idóneos para el perfil de egreso del ciudadano; por lo cual, cada régimen plantea acciones aisladas, ideas inesperadas con intención de cambio; aunque, generalmente con desconocimiento del contexto educativo y a conveniencia de reducidos sectores de poder.
Los niños y jóvenes perciben tediosa su estancia en la escuela; debido a que las clases y los contenidos que se abordan no parecen responder a sus intereses; por esta razón, terminan por perder el entusiasmo por aprender conforme avanzan los grados de estudio. Otro aspecto desfavorable de la escolaridad actual es que los individuos que se gradúan, no logran descubrir sus auténticas potencialidades y competencias; por lo que su desempeño habitual es limitado y, en consecuencia, su realización personal se ve comprometida.
Los padres, maestros y autoridades en general deben ayudar a que cada estudiante distinga su habilidad, aquello que le gusta y desarrolla sin que le obliguen a realizarlo; los programas académicos de estudio conservan las mismas materias que se promueven de generación en generación y que ya no corresponden a los tiempos actuales donde la creatividad, el emprendimiento y la motivación son las aptitudes más preciadas para generar recursos económicos.
El objetivo principal de las instituciones educativas ha de ser estimular a los alumnos para que aprendan, este aspecto es primordial y los profesores son los encargados de llevarlo a cabo; el único modo de llamar y mantener la atención de los estudiantes es involucrando sus afinidades con situaciones didácticas auténticas que inspiren y den sentido a su participación; de esta forma devolverán mejores producciones.
Actualmente los estudiantes retornan de la escuela con escasas experiencias significativas de estudio; más bien, aprenden más de forma autodidacta, a través de las redes sociales, plataformas de entretenimiento online, de la interacción con amigos y familiares; además de las dificultades producto de la vida en sociedad.
Las generaciones modernas poseen un cúmulo de referencias que localizan en la red; por lo que no requieren que el profesor les diga donde tienen que investigar o darles la pauta para ejecutar procesos; en virtud de que los niños y adolescentes son usuarios habituales del internet y los dispositivos móviles.
Diversos mandatarios afirman que en materia educativa es necesario regresar a lo fundamental (valores, libros, lectura, historia, civismo, matemáticas, ciencias, tecnologías, artes, música, etc.); sin embargo, estas propuestas son más ideales espontáneos e individuales; es decir, sin acuerdo de todos los actores involucrados en la enseñanza.
Los tres anhelos desfasados de la educación
La perspectiva de la educación para las instituciones gubernamentales, padres de familia y alumnos tiene a grandes rasgos tres rubros esenciales:
- Económico. La idea conservadora de que es necesario terminar una carrera para tener asegurado un trabajo y, por consiguiente, la economía en su totalidad será beneficiada; esta convicción es cada día obsoleta; no obstante, el gobierno asigna grandes cantidades de presupuesto sin tener claridad sobre su rendimiento y ha retrasado el uso de la tecnología.
- Cultural. Socializar a lo largo de la vida en un marco de respeto, tolerancia e igualdad; de tal modo que se afiance la identidad sociocultural; con el propósito de preservar las costumbres, tradiciones, lenguas, creencias y valores que dan sentido de pertenencia a las personas; a pesar de estas intenciones, la formación escolar no ha podido avanzar lo suficiente; ya que los episodios de violencia son cada día más frecuentes entre los individuos.
- Individual. Desde el punto de vista personal, la educación ha buscado ser integral; es decir, trata de descubrir las capacidades de cada persona; con la finalidad de que aproveche su talento y aporte a la comunidad; pero esta pretensión ha sido fallida, porque la mayoría de los profesionistas no logran detectar sus destrezas.
Estas influencias formativas están en franca extinción; debido al crecimiento de la corrupción, la globalización desigual y los flagelos sociales; entretanto la educación ha permanecido inmóvil y complaciente.
La nueva tendencia es el enfoque de las inteligencias múltiples; en la cual se reconocen que existen capacidades diferentes en cada individuo; mismos que le pueden servir para progresar más fácilmente; lo anterior, nos lleva a observar que las materias de lectura y matemáticas, áreas sobresalientes en el currículo escolar; ya no son garantía de realización personal como se han venido fomentando hasta ahora; en contraparte disciplinas como las artes, deportes, danza y ambiestalista por mencionar algunas; comienzan a adquirir relevancia.
Los estudiantes de ahora son llamados nativos digitales, porque nacieron en la fase de innovación tecnológica dominada principalmente por el uso frecuente de los dispositivos móviles y el internet; por esta razón, ha surgido una controversia sobre el daño que estos producen en niños y jóvenes relacionados con sus efectos adictivos.
Este debate ha sido intenso y ha llegado hasta el aula; donde existe la inclinación hacia la prohibición por la creencia de profesores, autoridades escolares y gubernamentales, de que la forma de enseñanza de antes era mejor; aunque la verdad es que los alumnos son especialistas en el manejo de entornos online; puesto que, por conducto de estos juegan, se comunican y aprenden.
Los libros de texto y las estrategias de aprendizaje empleadas antes del surgimiento de los medios digitales, están bien, pero; hoy por hoy, involucrar la tecnología en la educación es irreversible.
El verdadero significado de la educación está en poder resolver un desafío, con los propios mecanismos disponibles como la telefonía móvil conectada a la web; la rapidez y confiabilidad para averiguar algo con estos es incomparable; mientras tanto, los educadores tratan de evitar que esto ocurra; por desconfianza de perder relevancia educativa.
Sin la conformidad de todas las partes involucradas sobre los fines que debe perseguir la enseñanza, no se alcanzará en el corto y mediano plazo el anhelado perfeccionamiento pedagógico; nosotros creemos que nada es o ha sido ni bueno, ni malo simplemente todo se complementa y la tecnología representa un recurso importante que puede apoyar a la innovación educativa.
Ahora que conoces más sobre la educación anticuada; te invito a adaptar estos conceptos a tu práctica docente.
¡Saludos y éxito! 🚀
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